Vista de la fachada principal. ¿Quien se imagina el espectáculo que sería en sus mejores momentos? Estos tiempos que vivimos, por desgracia, son su total decadencia, antes, en mis primeras visitas, eran unas bellas ruinas, ahora son desalentadoras y llenas de amargura.


Desde el exterior, todavía vemos las ventanas de las salas donde se alojarían, en sus visitas, Isabel I de Castilla (la Católica) y demás reyes y nobles que por aquí pasaron. Eran sus momentos de esplendor. ¡Lo que cambia la historia, eh!


Apenas un hilo de muro para estar en pie, a su lado la naturaleza emerge vigorosa de sus ruinas y es que las construcciones del hombre, al igual que éste, son efímeras, la naturaleza se transforma.


Entramos en su interior, a duras penas una maraña de nuevos colonizadores nos dejan pasar y es que este lugar se lo arrebataron hace siglos y ellos eran los antiguos propietarios.


Los lienzos del convento, aun en pie, resisten los envites de los desprendimientos de rocas fundiéndose en un paisaje desolador.


Entramos en las salas nobles de tan notable lugar allá por los siglos XII al XVII. Después vendría la desamortización de Mendizabal trayendo consigo caos, desamparo y desidia para muchos de estos edificios.


Árboles, rocas, maleza y ruinas se disputan esta península de las Hoces del Duratón, ¿apostamos quien tomara posesión?


A estos arcos de medio punto les llego el momento de su inhumación, Q.E.P.D. Otras generaciones vendrán y los rescatarán del olvido y la ignorancia de esta.


Quien mirara por estos ventanales en siglos pasados admiraría este lugar, pero no se puede retar a la naturaleza.


Sentado sobre los ventanales de este lugar te invade "Eso", que se siente, pero que no se puede explicar.


Y es que, admirando este paisaje, ¿quien no se abandona al susurro del Duratón a su paso?


La naturaleza se abre paso sin que le ofrezcan nada, hasta una roca desnuda es buena para crecer allí y ofrecernos sin nada a cambio una bella imagen.


La naturaleza y el tiempo a cada cual le pone en su lugar tarde o temprano, éste está de acuerdo ¿y vosotros?