Recorriendo esta nuestra vieja Segovia, me encontré con esta cruz en mitad de la nada, en pleno campo, junto a un camino, como tantas, pero me sorprendió por sus flores, pues me pareció una de las tres cruces para rogar al cielo sus beneficios, y busqué una razón en el pueblo de al lado el porqué de esas flores.
No tardé en encontrar, no una razón, sino una bella historia que emocionó mi frágil alma, esas flores las colocaba una señora en recuerdo a su marido muerto hace unos años y ¿por qué en ese lugar? Muy simple, me dijeron, de jóvenes, cuando se conocieron ,cada uno era de un pueblo, el amor les juntaba a medio camino, en esa cruz, que está en la división de los dos pueblos y en el aniversario de su muerte las coloca allí.
Me pareció hermoso, honrar con unas flores ese bello recuerdo de juventud y ese lugar que les unió, hasta que la dama Muerte les separó, pero creo que es solo físicamente, pues en espíritu creo que aún siguen juntos.