Conoce tu comarca

Historias, leyendas y paseos por lugares de la provincia de Segovia.


Preparando la ruta y la intendencia la noche anterior a la romería de San Frutos. Unas sopas de ajo y unos vinos entre charla y charla nos dan ánimos.


Salimos de Sebúlcor, nueve y cuarto de la mañana, día plomizo y amenaza de lluvia, este año la romería es en martes y eso se nota, algo menos gente que en años pasados, tenemos por delante unos once kilómetros hasta el destino. ¡Que el tiempo nos acompañe! Las ganas ya las ponemos nosotros.


Esto es Valdearenas, ni que decir tiene el porque de su nombre, el caminar por arenales nos hace ya entrar en calor, llegamos a este lugar después de andar un buen tramo por el camino de La Lastra, el cual dejamos para adentrarnos por senderos entre pinares buscando el río.



Estamos ya junto al río Duratón, en la ermita de la Calleja, donde un mosaico de hojas caídas relajan un poco nuestras piernas, es la parte del recorrido más ameno, entramos en lo mas íntimo de las Hoces del Duratón. Remontaremos el cañón río arriba, el agua del pantano está muy baja, lo que nos permite andar por el cauce seco para poder disfrutar de la magia que encierra este paraje, solo transitable en estas fechas.



Cruzando al otro lado del río. Por el lado que traíamos a pocos metros el agua no nos deja pasar, pero eso ya lo sabemos de otros años, este pedazo de árbol caído aguantará como puente unas cuantas temporadas.


Cueva Rota de Villaseca, hace ya años que entramos en ella, para mi de las más grandes del cañón, con sus tres salas, daría cobijo a antepasados, a saber que historias del pasado esconderá entre sus oscuros recovecos.


 Solo las miradas de los buitres, apostados en sus dormideros, y algún que otro pato asustadizo, son testigos de nuestros pasos entre este espectáculo de la naturaleza. ¡Joder, que grande eres Madre Tierra!




Y entre tanta belleza el hombre pretendió formar parte de ella, a veces lo consigue, pero la naturaleza le pide cuentas y vuelve a apropiarse de lo que fue suyo, sin prisas, un desprendimiento tras otro, una brizna de hierba hoy, mañana una zarza, pasado un árbol, poquito a poco se apropia de lo que un día fue suyo.


Subiendo por una botadera llamada "el Portillo de Sepúlveda", antigua senda de los frailes, abandonamos la ribera del Duratón. Como escenario único, el Convento de la Hoz y bajo un saliente de las peñas, a refugio del viento, alimentamos nuestro cuerpo con jamón, chorizo, filetes empanados y fruta, regado con el vino de la bota, también alimentamos nuestro espíritu con tan espectacular vista del convento a nuestros pies.
Y de nuevo emprendimos camino, pero ya sin sendas, esa zona es la más dura, si asentar un pie sin una piedra debajo ya es difícil, los dos imposible, y aun quedan un par de kilómetros de subidas y bajadas, de barrancos rompepiernas. Ya, a lo lejos, divisábamos nuestro destino.


Llegamos sobre la una menos cuarto, algo cansados pero satisfechos, otros ya lo hicieron muchos años antes que nosotros y nos dejaron el testigo, un testigo que cogimos con mucho orgullo, el orgullo que nos da nuestra tierra, y como emblema San Frutos, ese paraje sobrio en otoño, de verde esperanza en primavera, con veranos áridos como un desierto y que en ocasiones en invierno se viste con la pureza de un vestido de novia, camaleónico paisaje que no deja indiferente a nadie y que cada veinticinco de Octubre se impregna con el espíritu de los que allí nos reunimos haciendo que esa tradición no se pierda. Es un legado que nos dejaron nuestros antepasados, ellos ya hicieron historia en ese lugar, nosotros, como tantos otros, aun la estamos haciendo en la actualidad y pasaremos a ella como tantas generaciones atrás. 


¡VIVA SAN FRUTOS PAJARERO! 
Algo mas sobre el tema
http://www.conocetucomarca.com/2009/10/romeria-san-frutos-esta-es-mi-tierra-y.html
http://www.conocetucomarca.com/2008/01/sobre-las-mojadas-de-caballar.html
http://www.conocetucomarca.com/2008/11/san-frutos-del-duratn.html



No, no es "Mi querida España", pero creo que va bien con el tema.



Decía la canción, Mi querida España, esta España mía, esta España nuestra.
Un remordimiento me corroe todo mi ser recordándola, considerando los últimos tiempos que corremos, en que perdimos la tierra y lo que es más grave, la identidad, donde nacimos, donde vivimos, esta tierra que no elegimos para nacer, tampoco su nombre, y a la que creo conquistada, robada, por alguien que o no nació en ella o no nos tiene a los demás nativos como herederos de ella, ni como propietarios de nuestro ser, que eso ya si que es humillante, explotándonos para sus intereses. Una tierra de reyezuelos sin reino, de nobles caducos, de presidentes sin estado, de un pueblo sin tierras, ni lideres honrados.
Continuaba diciendo: De tu santa siesta ahora te despiertan versos de poetas. ¿Dónde están tus ojos? ¿Dónde están tus manos? ¿Dónde tu cabeza?



Ya no quedan poetas, no nos dejan soñar, solo tenemos pesadillas con la hipoteca, en como llegar a fin de mes sin perder el orgullo, en como ocultarnos de nuestros vecinos al ir a Cáritas, como último recurso nos queda colocarnos como mercenarios del poder, ese que corrompe nuestras vidas, que nos humilla como esclavos. Luchas para la formación de tus hijos, gastos y más gastos, para luego servirles en la vida profesional, con mucha suerte, a los de siempre, apenas con los dos sueldos de la pareja llega para pagar tus derechos grabados por ellos en la llamada constitución, te debes prostituir para que se cumpla, eres una pieza más de este sistema caduco, donde solo unos pocos se desarrollan como personas libres sometiendo a las masas. Tienes que ser competitivo, los objetivos se tienen que cumplir, yo me enriquezco, vosotros, esclavos, tenéis que mantener mi estatus social cueste lo que os cueste. Y nosotros, pobres de nosotros, nos prostituiremos día a día, año a año, vida tras vida, para tener un cobijo donde guarecer nuestros remordimientos y pesares, que nos quede algo para comprar el pan nuestro de cada día y de vez en cuando evadirnos unos días de vacaciones para evitar el suicidio carnal pues el espiritual está consumado.
El individuo como ser libre pasa por sus peores momentos, el sistema, la gran colmena, sigue teniendo más individuos, todos quieren ser parte de ella o bien como parte del poder o bien como mercenarios de él, los más, los adoctrinados, simplemente apoyarán y serán cómplices con sus votos de la miseria de muchos.
El hombre de por si es cruel, somos alimañas, depredamos al ser que tenemos por debajo en vez de intentar eliminar a nuestros depredadores, y es que, claro está, mientras tu estés más abajo, más arriba estaré yo. Esto ha sido siempre y siempre será bajo la capa del cielo, y un topicazo que no soporto (si no soy yo será otro), cambiemos por favor, este camino lleva a la destrucción y el caos, pero lo que corroe mis entrañas es una pregunta que me hago a menudo: ¿Quien es mi dueño y señor? Me horroriza saberlo tanto como ignorarlo.



Último verso:
Mi querida España 
Esta España en dudas, 
Esta España cierta 
De las alas quietas 
De las vendas negras 
Sobre carne abierta 
¿Quién pasó tu hambre? 
¿Quién bebió tu sangre 
Cuando estabas seca?

Siempre como siempre, los de siempre, Cecilia.

Mi querida España esta España mía, esta España nuestra, ay, ay. 



¡Antes de leer dale al play!


En un rincón perdido segoviano, entre un monte castellano, casi olvidado, yace un valle, de cuyas profundidades nacen manantiales y de ellos brota el río Sacramenia, que surca el pequeño valle para perderse por esos campos castellanos. Sus aguas buscan el desahogo de su pequeño cauce en el hermano mayor, el río Duratón.

Y de las profundidades de la historia surge la leyenda de un viejo anacoreta, Juan se llamaba, cuya fama de austeridad y buena persona le hicieron santo por esos lares. Después de su muerte, las gentes de la comarca le empezaron a nombrar con el nombre de San Juan de Pan y Agua, dicen que bien ganado su nombre, por su alimentación tan frugal, osease: poco y mal. Lo de Santo, también bien ganado por los milagros que por allí se obraron con su intercesión.

Como buen anacoreta, vivía en una pequeña cueva que, dicen, aún se conserva… yo no la he visto nunca. En la actualidad, solo, y digo “solo”, podemos ver de su espléndido monasterio, su iglesia: Santa María de Sacramenia, un templo románico de la orden del Cister, cuyo precioso claustro reposa lánguidamente en Miami, fruto de la desidia, y la poca ética del poderoso caballero don dinero.

A pesar de los avatares de nuestro patrimonio, en este pequeño y bello rincón segoviano, cada tarde del 20 de agosto se celebra la romería en honor a San Bernardo. Como veis, hasta el nombre cambia: de nuestro anacoreta (el origen de la veneración) ya no se habla. Los tiempos cambian, cambian las formas, pero nunca la esencia.

Por eso me permito decir (con vuestro permiso): ¡Viva San Bernardo y viva San Juan Pan y Vino!, digoo... ¡Pan y agua! Perdón, perdón, pero es que hablar de la zona de Valtiendas y Sacramenia y no mentar el vino, es casi mayor profanación que la que hicieron con nuestro patrimonio en este olvidado pero precioso rincón segoviano.





Gracias por la colaboración a mi pariente Fernando de El Villar de Sobrepeña
por cederme este calendario que creo que resulta instructivo y curioso.

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