Voy a contaros una pequeña historia algo extraña que me ha pasado estas semanas de atrás, aunque el principio de la historia viene de este otoño y está relacionado con este blog y con una entrada en particular: COVATILLAS, LUGAR DE HISTORIA Y FANTASÍA.
La entrada empezaba así: 
"Hace unos días, el señor Otoño nos regaló una de esas mañanas de un cielo tan azul como los de los ojos de la princesa de nuestros sueños." 
¿Lo de fantasía? En esta entrada recordé lo que un cierto día mi compadre Alkaest me contó frente al iglesia de San Juan de Orejana, algo sobre una olma vieja que se encuentra allí, me decía que en esos árboles viejos habitaban las Driades que eran seres mitológicos de la cultura celta y que en ese ya no habitaría, al preguntarle que por qué en ese no, me contestó: 
-En este, Esca, no, está seco y esos seres, las Driades, nacen en él, pasan su vida dentro de él y mueren junto a él-. 
-Preciosa historia- pensé.
En Covatillas lo recordé al ver esos árboles tan viejos que se encuentran a lo largo del río Pirón como centinelas guardando el tesoro de la vida, el agua, ni más, ni menos, preciado tesoro en cualquier punto de nuestro planeta y les hice afotos, como digo yo. Con una de ellas quise hacer un guiño a la fantasía y se la mandé a mi socio Uge. 
-Uge, tu que entiendes del Fotosós ese, quiero que alguna afoto de estas que te mando me la truques y pongas una Driade, pero que apenas se vea, que pase inadvertida-. 
El Uge, un fenómeno, aun a mi, sabedor del truco, me costó ver en cual de los árboles estaba, pero la encontré, preciosa le quedó al jodio, era tan misteriosa que parecía real, parecía posar para la afoto. Coloqué la entrada con todas las afotos, encantaito estaba yo con el tema, y esperando que alguien lo viera y me lo comentara.
Pasado el tiempo y no pasando lo previsto por mi, me preguntaba si solo yo lo veía, y llamé al Uge: 
-Uge que nadie lo ve, que bien lo has hecho jodio-. 
-¿El qué?- me dijo 
-Pues la Driade-. 
¿Y eso, qué es lo que es?-. 
-Pues lo me hiciste con el Fotosós-. 
-Pues yo no se nada Esca-. 
-¿Entonces no recibiste mi correo diciéndotelo?- le pregunté. 
-Pues no, recibí los archivos los coloqué y punto-. 
-Pues mira esa afoto en la que hay solo un árbol ¿qué ves?- 
-Pues nada, un árbol y el río-
Joer, abrí el blog, encontré la afoto donde estaba la Driade, y, sorpresa mía, yo tampoco la veía, -¡pero si ayer lo vi con estos ojitos míos, ha desaparecido!, que desilusión, me estoy trastornando, ¡si ya no fumo!
Pasó alguna semana y volví a Covatillas a continuar la entrada que tenía prevista después de esta y llegar hasta el Rincón de Máximo, hice el mismo itinerario que la anterior vez, el puente, la fuente... y en el trayecto hacía la ermita de Santiaguillo, allí entendí todo el desaguisado, ese árbol donde recogí la afoto estaba caido sobre el río, sus raíces estaban fuera de la tierra que le nutria y le daba vida tanto a él como a su moradora la Driade.
Por favor, respetemos los árboles al igual que todo lo que nos rodea en la naturaleza, muchos seres habitan en ellos aunque no los veamos, SENTIRLES, NUNCA SE SABE QUIEN HABITA EN ELLOS.