Este era mi anuncio hace ya un año:

El próximo sábado, la Feria de la Cerveza Artesana de Sebúlcor, a sí reza la convocatoria, un buen día para celebrar el fin de la cosecha, el sábado sabadete o las vacaciones, bien ganadas, y olvidar todo esto que nos agobia y que no es por culpa nuestra, que nosotros ya cumplimos.
Celebrémoslo, disfrutémoslo, conozcamos a estos druidas y compartamos charla con una, dos, tres..., las que sea necesarias, para llegar a tener nuestro espíritu tranquilo junto con los que allí asistan, y es que dice un compadre mio que de vez en cuando la cuba debe de airearse, degustemos la labor de esos druidas, entre ellos Nacho y Silvia, los promotores de esta primera feria, y productores de la primera cerveza artesana segoviana, y, por qué no, conozcamos su filosofía basada en el veganismo, un estilo de vida basado en el respeto a los animales, que eso ya dice mucho de ellos, la belleza de la vida solo se encuentra en la vida.

Y YO, POBRE DE MI, NO PUDE ASISTIR A ESA 1ª EDICIÓN.
Pero esta 2ª no me la pierdo y bien prontito me presento para echar una mano


 
Son las ocho de la mañana, el día acaba de despertar, la tranquilidad en el campo de fútbol de Sebúlcor es total, ni las pesadas moscas en esta mañana del cinco de Julio han hecho su aparición, algún vehículo aparcado en los alrededores del evento ha sido dormitorio improvisado.


Nueve de la mañana, los druidas mas madrugadores comienzan a montar sus carpas y a bajar las  marmitas y sus brebajes, el día promete.




 
Una, otra y otra más, hasta un total de cerca de la treintena de cerveceros nos deleitarán con sus diferentes variedades de cervezas elaboradas artesanalmente en sus obradores de diferentes puntos del país... negras, tostadas, rubias... con sabores a orujo, a hiervas aromáticas,... diferentes malteadas, lúpulos, hasta donde la imaginación de estos maestros cerveceros tenga en sus sueños.


 
         
Ya son las once de la mañana, la logística está montada, los serpentines comienzan a enfriarse, los vasos de cristal llegaron (un acierto este de comprar cada uno su vaso), pero aún falta algo importante de la feria, los asistentes, hasta las doce no está prevista la inauguración.


POR FIN!! Ya son las doce, los grifos comienzan a soltar hábilmente la refrescante y espumosa cerveza en este día caluroso del mes de julio, los alquimistas la catan, quieren que esté todo en orden para no defraudar al más exquisito de los paladares.


Y la mañana comienza tranquilamente, con una charleta y refrescante cerveza entre amigos, es difícil no encontrar la más apropiada para nuestros paladares entre tanto cervecero y tanta variedad de sabores, hasta de trece sabores y graduaciones diferentes disponían algunos cerveceros, un lujo solo al alcance en estas ferias.


Las cervezas se suceden una tras otra, el día era propicio para compartirlas junto amigos y nuevos conocidos que quien sabe si un día serán amigos en nuevas ediciones. En esta imagen se encuentran dos de los maestros alquimistas segovianos (de izquierda a derecha), Mateo que regenta el obrador San Frutos en la capital segoviana junto a su hermano Adrián, Nacho de Sebúlcor, marca Veer, en el centro de la imagen un amigo de Nacho venido desde el Termitero (Madrid) para saludarle, y el amigo París, de Roa de Duero, otro alquimista, pero del vino, dueño de la bodega París de D.O. Ribera de Duero, desde aquí le mando un reto, una feria del vino, también les mando un saludo para todos.


La jornada continuo hasta bien entrada la noche, la mayor afluencia de visitantes llegó por la tarde, unas dos mil  personas pasaron por la feria, pero eso es una apreciación mía nada lógica pues me abandoné a los brebajes de estos alquimistas cerveceros que hicieron las delicias de mis pupilas gustativas, al buen rollo de todos los de este colectivo, cooperativistas, amables, atentos y muy buena gente, cosa que trasmitieron a todos los que allí asistimos, pues he de decir que el buen rollo se notaba al pasear de carpa en carpa sobre esa moqueta verde y tan limpia, un ejemplo a seguir.

¡FELICIDADES A TODOS!