Con estas entradas intento recoger vestigios de un pasado que no llegaron a nuestra actualidad, esta labor la comencé en diciembre de este año, creo que tengo para rato, pero pienso que es interesante recopilarlas. Las que os muestro en esta entrada tienen como punto en común que todas están en la zona de influencia del río Duratón, en el tramo del parque de las Hoces del Duratón de unos 23 kilómetros.

San Julián, termino de Castrillo de Sepúlveda, las penínsulas que se crearon en parte de la cuenca del Duratón fueron un atractivo durante tiempos pasados como asentamientos de diferentes épocas de la historia, la defensa de los moradores fue su principal argumento en forma de castros.



Imagen desde el interior del desaparecido ábside nos deja ver el cortado donde se asentaban sus cimientos, abajo una pequeña cripta con escaleras esculpidas en la roca.



Río abajo, nos encontramos con la Ventana del Diablo, aunque de medio punto, no es románica !que yo sepa claro!, en la lejanía Sepúlveda, pero eso es otra historia.


No podemos pasar por alto la Cueva de los Siete Altares, una intervención arqueológica resolvería muchos interrogantes al respecto.


Negueruela (o Negruela), restos de una iglesia o ermita junto al San Juan, a unos centenares de metros del encuentro de éste con el Duratón.


Un poco mas arriba se encuentra el despoblado de San Miguel de Neguera y esta es la fachada casa de los González.


Volviendo al cauce del río Duraton  y a un centenar de metros,cruzando el río,al abrigo de las paredes calizas, se encuentran los restos del despoblado llamado Casa Blanca,barrio de San Miguel de Neguera ,refugio de frailes hace tan solo unas generaciones atrás.
Buenas piedras de sillería,y un pequeño lagar,entre otras cosas despiertan la curiosidad,




 Siguiendo el curso río abajo,por el cauce derecho, están los restos de la ermita de la Calleja, antes,por debajo de la represa nos encontraremos otro lado del río las ruinas de lo que fue un molino harinero,Molinilla,se asienta a la sombra de una pared rocosa ,en la meseta se encuentran las eras,tapizadas de piedra,se enlosaban para no perder el grano,


Una de las joyas de la corona, el Convento de la Hoz.


Más abajo, Santa Engracia, solapas habitadas desde tiempos remotos y posibles necrópolis.


Otra joya de la corona, San Frutos, que aunque su ermita está en pie no su cenobio.


San Valentin, su cueva se desplomó hace tiempo pero queda el paso señalado por este arco.


San Vicente pertenece a Hinojosas del Cerro, una antigua calzada romana nos lleva hasta este lugar por el que la destrucción pasó, pero el tiempo no se, viendo el horizonte desde ese lugar parece que el tiempo por unos momentos da tregua y te olvidas de que pasa por un buen rato !es lo que tienen estos sitios!


Un consejo, si los visitas, al marcharte mira hacia atrás, tal vez no los vuelvas a ver nunca más.



Ver Lo que nos dejaron los de atrás en un mapa más grande




Casa de los González, fachada


Casa de los González, fachada

Casa de los González, cartel